Ergonomía visual: Requerimientos de visión periférica


La capacidad de percibir los estímulos por las zonas periféricas, alejadas del punto central de la visión (arriba, abajo, a la izquierda, a la derecha, oblicuo arriba y a la derecha, etc.), cuando nos encontramos con la vista mantenida al frente, es muy diferente en cada persona, pero esta posibilidad de ver objetos en movimiento o fijos en la distancia -y en esos ángulos- en ocasiones es premisa indispensable en muchas actividades.

Cuando este requerimiento se encuentra mal desarrollado, puede ocasionar numerosos problemas al individuo. Al realizar una acción concreta durante un gran intervalo de tiempo, se debe tener en cuenta una visión periférica del entorno. Por esto, cuando se fija la focalización en un punto concreto durante horas, se contribuye a la denominada “visión en túnel”, favoreciendo la fatiga visual.

Actividades prolongadas sedentarias que no demandan una actividad visual periférica y que solo requieren un sobreesfuerzo en la visión cercana, sin una adecuada evaluación del óptico-optometrista, podrían derivar en la aparición o el aumento de defectos refractivos, como es el caso de la miopía.

Conociendo la demanda periférica de un individuo, el óptico-optometrista puede además asesorarle sobre los elementos de compensación de sus ametropías más idóneos para cada circunstancia.