‘BAJA VISIÓN’


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En la actualidad y a nivel mundial cada vez existen más personas que, por diversos motivos, tienen muy mermada su visión, sin posibilidad de recuperación.

Denominamos ‘BAJA VISIÓN’ al estado de discapacidad visual en donde existe una reducción importante de las capacidades visuales sin llegar a la ceguera y no recuperable con tratamiento y/o corrección refractiva. Si un profesional a cargo de su atención visual le dice que su reducida visión no puede ser recuperada con gafas de prescripción común, lentes de contacto estándar, tratamiento médico o cirugía ocular, y si aún tiene algún resto visual, usted tiene ‘BAJA VISIÓN’.

Técnicamente se considera paciente con ‘BAJA VISIÓN’ a todo aquel con afección en ambos ojos, cuya agudeza visual (AV) en el mejor de ellos sea inferior a 20/60 (0,33) o su campo visual sea inferior a 20º manteniendo aún una porción de capacidad visual que denominamos ‘resto visual útil’. Este resto visual puede ser mejorado o potenciado por los ópticos-optometristas mediante la adaptación de ayudas ópticas y no ópticas y una posterior rehabilitación con el fin de que estas personas puedan volver a desarrollar algunas de sus tareas cotidianas.

Además, estos pacientes no solo tienen problemas de AV y campo visual, también se enfrentan a problemas visuales como distorsiones, deslumbramiento, neblinas, borrosidades y problemas de adaptación a la luz o a la oscuridad.

Si como sabemos, el 80% de la información que recibimos es a través de la visión, las personas con ‘BAJA VISIÓN’ se enfrentan a verdaderos problemas físicos (limitación de actividades, accidentes, movilidad reducida…), psicológicos (depresión, ansiedad, baja autoestima, soledad) y sociales (dificultades económicas, dependencia y relaciones sociales afectadas) ya que tienen una percepción muy limitada de su entorno ya sea por pérdida de su visión central o periférica, por visión con manchas y/o por visión nublada o borrosa.

El concepto de ‘BAJA VISIÓN’ difiere del de ceguera. La ceguera legal en España alude a personas con una agudeza visual (AV) inferior a 20/200 (0,10) o un campo visual inferior a 10º, sin apenas resto visual y con un pronóstico muy difícil de rehabilitación.

Clasificación de los niveles de agudeza visual en ‘BAJA VISIÓN’

Clasificación de los niveles de campo visual en la ‘BAJA VISIÓN’ visual

No obstante, en ‘BAJA VISIÓN’ también usamos el término ‘ceguera funcional’. Con este calificativo nos referimos a la incapacidad de los afectados para realizar con normalidad tareas o funciones tan cotidianas como cocinar, comer, leer, caminar, reconocer rótulos, identificar a las personas, conducir o ver la TV.

La ‘BAJA VISIÓN’ no es una novedad. Este término se creó en 1935, cuando William Feinbloom publicó un artículo titulado “Introducción a los principios y práctica de la visión sub-normal” y fue en 1978, en el Seminario Internacional de Upsala, cuando se sentaron las bases de la especialidad de ‘BAJA VISIÓN’. Pero con el envejecimiento actual de la población los problemas de ‘BAJA VISIÓN’ se están incrementando exponencialmente ya que está más relacionada con enfermedades degenerativas que aparecen generalmente en la edad adulta.

En España las cifras varían, pero se considera que entre 1 y 2 millones de personas padecen ‘BAJA VISIÓN’ y este número crece día a día, siendo el 75% mayor de 45 años.

La población con ‘BAJA VISIÓN’ padece, mayoritariamente, alguna patología ocular de origen degenerativo. Una vez que esta patología este diagnosticada y tratada por un oftalmólogo, es muy importante una valoración con su óptico-optometrista para poder valorar el resto visual útil y proceder a la rehabilitación visual con ayudas ópticas de ‘BAJA VISIÓN’ con objeto de poder volver a realizar las actividades de la vida diaria.

La recuperación de parte de su discapacidad visual aumenta la autoestima y confianza del paciente, potenciándolo para su integración social, familiar y laboral.