GAFAS PREMONTADAS


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Se conoce como presbicia o vista cansada la disminución natural de la capacidad de acomodación ocular que nos impide ver nítido a distancias próximas. Esta disfunción debe ser diagnostica por un óptico-optometrista o por un oftalmólogo y suele estar enlazada a la existencia de diferentes disfunciones como el astigmatismo, la anisometropía, hipermetropía o miopía.

Para compensarla, los profesionales prescriben medios como gafas graduadas personalizadas y lentes de contacto, contando también actualmente en algunos casos con la cirugía refractiva. Pero existe una gran parte de la población que, sin diagnóstico, al sentir molestias en sus tareas de visión próxima optan por la compra en establecimientos no sanitarios de “gafas premontadas” con la solventan su problema sin saber que no son la solución correcta.

Las gafas de lectura premontadas graduadas, gafas de farmacia o gafas de cerca prefabricadas (reading glasses) son monturas sencillas con lentes esféricas de igual potencia en ambos ojos destinadas solo para un uso ocasional en visión próxima. Están clasificadas como productos sanitarios, de la clase I (RD 1591/2009, de 16 de Octubre) elaborados de forma seriada en su inmensa mayoría a partir de materiales y lentes de aumento de baja calidad óptica.

Fueron diseñadas y fabricadas inicialmente con el único objetivo de servir como gafa auxiliar de visión próxima para un uso de emergencia muy puntual, sustituyendo a la gafa prescrita por un óptico-optometrista u oftalmólogo, fabricada y montada de forma individualizada para cada paciente o usuario concreto. La utilización de estas gafas premontadas de forma usual y cotidiana para tareas de cerca puede provocar importantes daños visuales en la población, agravándose en aquellas personas que ya poseen anomalías en su visión y lo desconocen.

Este tipo de artículo visual es actualmente vendido de forma indiscriminada en numerosos establecimientos como tiendas de regalo, bazares, estancos, gasolineras o supermercados sin contar en su mayoría con controles administrativos y asesoramiento de profesionales especialistas en salud visual, como son los ópticos-optometristas, llegando incluso a venderse en internet y en tops-manta y mercadillos, en donde están expresamente prohibidos por el Real Decreto 1591/2009, de 16 de octubre, Art.27-1-g.

El auto-análisis o la auto-graduación visual que efectúa una persona al escoger y adquirir una gafa de este tipo es un anacronismo en una sociedad avanzada como la nuestra. En estos casos, es el propio usuario sin conocimientos sanitarios visuales el que se diagnostica el problema, se autoprescribe y elige la compensación, por lo que adquiere la gafa de lectura premontada con la que cree ver mejor, cuando en realidad está escogiendo aquella con la que ve todo más grande (como si fuera una lupa). Además, simplemente se adquiere por otras opciones superfluas como el color, el dibujo, que tengan imán o que sean plegables.

En los capítulos de esta sección te proporcionamos información sobre estos artículos y una serie de razones que desaconsejan su utilización por ser muy perjudicial, llegando a provocar la aparición de defectos y problemas visuales y el aumento de los que ya se poseen.

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