La contactología se encuentra en constante cambio debido al avance científico y tecnológico, que permite brindar a los pacientes nuevas alternativas para corregir sus ametropías.
Las lentes de contacto especialmente diseñadas gracias a materiales de última generación que transmiten oxígeno y mantienen la integridad anatómica y fisiológica de la córnea, permiten dar un tratamiento a casos clínicos más complejos, como es el caso del queratocono, córneas post cirugía refractiva o niños con ametropías altas, entre otros.
Actualmente, ya disponemos de lentes de contacto para casi todo: vista cansada o presbicia, para astigmatismo y graduaciones complicadas, progresivas blandas, semirrígidas…
De hecho, los laboratorios están invirtiendo en la investigación de diseños y materiales para presentar lentes de contacto con las que el óptico-optometrista pueda personalizar al máximo la adaptación.
Entre las principales novedades destacan las lentes de contacto esclerales (lentes semirígidas que se apoyan sobre la esclera), las lentes híbridas (con una zona central semirígida y una zona periférica blanda) o lentes con filtros específicos (por ejemplo, con filtro azul-violeta), entre otras variedades.
Existen instituciones y laboratorios que están investigando el desarrollo de lentes de contacto inteligentes. Se están desarrollando prototipos para el control de la diabetes y otros aspectos de la salud del usuario. En este campo concreto, las lentes utilizarían las lágrimas del portador para calcular el índice de glucosa en la sangre, sin necesidad de métodos invasivos como agujas o análisis.
Gracias a las posibilidades de miniaturización y al diseño en capas, se espera que estas revolucionarias lentillas incorporen pequeños sensores, chips y antenas entre capas de material transparente, que reciban alimentación eléctrica de forma inalámbrica y que se comuniquen del mismo modo con un dispositivo móvil.
2 Comentarios