Estudio del estado visual de los Jóvenes-Présbitas en Andalucía 2018 – Resultados


Son cada vez más personas mayores de 35 años las que se sienten afectados por la presbicia o vista cansada y ven reducidas sus capacidades visuales para desarrollar sus tareas profesionales o de ocio.

El Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía ha llevado a cabo en 2018 este primer estudio nacional sobre las capacidades y usos de la población entre 38 y 46 años en Andalucía, que nos ha permitido desarrollar un ‘INFORME SOBRE EL ESTADO DE LA VISIÓN DE LOS JÓVENES PRÉSBITAS EN ANDALUCÍA’ con los siguientes resultados:

De forma previa a analizar los resultados estadísticos de estudio, hacemos constar la distribución del muestreo en cuanto a la frecuencia % de controles que se han realizado de forma aleatoria por provincias (Gráf.01) y los que aporta el Padrón Municipal de Habitantes 2016 del Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía para esa franja de edad (entre 38 y 46 años). (Gráf.02)

La población real de jóvenes présbitas en Andalucía, alrededor de 1.250.000 personas, en referencia a los rangos de edad estudiados es bastante uniforme:

34,3% de 38 a 40 años

33,3% de 41 a 43 años

32,4% de 44 a 46 años

Sin embargo, en la población que ha acudido a las consultas de optometría observamos un claro aumento progresivo ligado a la edad (Graf.03).

23,6% de 38 a 40 años

30,3% de 41 a 43 años

46,1% de 44 a 46 años

Asimismo, la población real de jóvenes présbitas en Andalucía por sexo entre 38 y 46 años es también bastante uniforme:

50,7% de hombres

49,3% de mujeres

Sin embargo, en la población de esa franja de edad que ha acudido a las consultas de optometría observamos una clara desviación predominando las pacientes mujer 61,2% frente a solo un 38,8% de pacientes hombre (Graf.04).

La población andaluza entre 38 y 46 años que tiene molestias o problemas de visión cuando realiza actividades a distancias cercanas ronda el 76% del total (Graf.05), lo que representaría unas 947.500 personas.

Si profundizamos en estos datos y los relacionamos por sexo y por grupos de edad los resultados muestran que:

El porcentaje de población mujer que acude con problemas en su visión de cerca es superior a la población hombre y con la misma proporcionalidad a la muestra total (Gráf.06).

El porcentaje de población con problemas en su visión de cerca por grupos de edad es también similar a la muestra total (Gráf.07).

Aunque la mayoría de la población andaluza entre 38 y 46 años con problemas de visión cercana (un 62,2%) acude en un plazo razonable de entre 1 y 6 meses a una revisión visual por un especialista, existe un porcentaje importante de personas (un 29,2%) que, teniendo problemas visuales, retrasa su revisión entre 7 y 12 meses.

Y un 8,5% de la población, que representaría a más de 80.000 personas, aguanta entre 1 y 3 años con problemas antes de acudir a una revisión visual que descarte otras disfunciones y nos lleve a un análisis correcto de esta presbicia para recomendarnos las soluciones más adecuadas (Graf.08).

No se encontraron diferencias significativas en cuanto al tiempo esperado con molestias antes de su revisión visual entre mujeres y hombres, aunque las mujeres acuden algo antes.

También el control de la frecuencia con que la población entre los 38 y 46 años acude a revisiones visuales periódicas es preocupante. Un 60,3% revisó su visión por última vez entre 1 y 3 años atrás, pero un 26,4% lo hizo por última vez entre 4 y 12 años atrás, lo que extrapolado correspondería a cerca de 330.000 andaluces.

Más alarmante es el dato de que un 13,4% de la población revisó su estado visual hace más de 12 años o no se ha revisado nunca, lo que nos hace pensar que cerca de 167.000 andaluces entre 38 y 46 años estarían en serio riesgo de padecer disfunciones visuales u oculares sin saberlo (Graf.09).

Aun siendo normal que un 62,3% de la población mayor de 37 años y menor de 47 que acude con problemas de visión cercana no haya usado nunca ningún sistema de compensación óptica, no debería serlo tanto que haya personas, un 10% de media, que opten por gafas premontadas fabricadas en serie para compensar su pérdida visual sin haber visitado previamente a un especialista (Graf.10) y que este porcentaje aumente hasta un 17% en aquellas que llevan más tiempo con problemas (Graf.11).

Afortunadamente, estos resultados muestran datos más tranquilizadores, ya que la mayoría de la población que necesita compensar su pérdida visual escogió usar productos ópticos de adaptación individualizada posteriormente a su revisión visual (Graf.12).

Cabe destacar en este control la selección efectuada tras su revisión visual por la población en relación a algunos de los sistemas de compensación que usaban antes de su control por un profesional optometrista (Graf.13/14/15/16/17):

 

Solo un 11,4% de los usuarios de gafas lupa premontadas eligen seguir usándolas. El resto eligen gafas personalizadas monofocales (50,0%) o progresivas (30,7%).

Un 35,5% de los usuarios de gafas monofocales estándar decidió usar gafas progresivas tras su revisión en busca de una solución visual mucho más amplia.

Un 50,0% de los usuarios de gafas ocupacionales decidió usar gafas progresivas tras su revisión avanzando a un sistema de compensación más completo.

Un 88,1% decide seguir usando gafas progresivas y un 5,1% decide usar lentes de contacto progresivas, lo que demuestra las ventajas de estos sistemas.

Los resultados de la valoración optométrica de la Agudeza Visual (AV) de la franja de pacientes estudiados en su franja de edad con su sistema de compensación óptica habitual (sin corrección o la que los pacientes están usando antes de su posible modificación tras revisión optométrica) se han agrupado por valores para mostrar los siguientes datos (Gráf.18):

AV aceptable (entre 0.85 y 1.0): un 82,53%
AV deficiente (entre 0.55 y 0.80): un 16,21%
AV muy deficiente (entre 0.20 y 0.50): un 1,26%

Las siguientes valores y gráficas (19/20/21) muestran los sistemas ópticos de compensación que usa la población estudiada en relación a su capacidad de Agudeza Visual antes de su revisión.

El 54% de la población con peor AV (entre 0,20 y 0,50) no usa ningún sistema de compensación y es la población que más gafas lupa premontadas usa (un 27,3%).

El 53% de la población con AV media (entre 0,50 y 0,80) tampoco usa ningún sistema para cerca y los que las usan abusan de las gafas premontadas (un 19,7%).

Un 64% de la población con buena AV (entre 0.85 y 1.0) no usa ningún tipo de compensación y los que sí las usan, seleccionan en su mayoría gafas personalizadas.