Efectos y lesiones de la radiación solar


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La exposición libre de los ojos al sol o el uso de gafas de sol de baja calidad sin el suficiente filtrado UV produce un efecto perjudicial en el ojo humano. Incluso, es preferible no usar nada antes de usar unas gafas de sol de baja calidad, ya que dilatan la pupila y la entrada de radiación en los ojos es aún mayor.

Los efectos de la radiación en el ojo humano se pueden dividir en agudos (manifestándose pronto tras un periodo de exposición al sol) o crónicos (se producen tras reiteradas exposiciones por acumulación de radiación).

Las lesiones más comunes que pueden ser producidas por la radiación solar son:

Lesiones en la piel de los PÁRPADOS. Con suficiente intensidad los daños son similares a los de cualquier quemadura intensa que puede acompañarse de un enrojecimiento del borde de los párpados (blefaritis). Puede también producirse tanto las lesiones premalignas, como la queratosis actínica o la enfermedad de Bowen, como las malignas.

Las lesiones en la CONJUNTIVA, fotoconjuntivitis, son secuelas de la radiación UV menor de 320nm. Suele tener un periodo de latencia que puede oscilar entre las 6 y 8 horas de exposición. La radiación acumulativa en este tejido tiene también una estrecha relación en la aparición y desarrollo del Pterigión denominado comúnmente “uña”.

Las radiaciones UVA y UVB son absorbidas por el epitelio de la CÓRNEA produciendo daños y lesiones como la fotoqueratitis. Suele producirse también después entre las 6 y 8 horas después de la exposición. Los síntomas se caracterizan por dolor, sensación de arena en los ojos y fotofobia. Puede haber un eritema (enrojecimiento) de la piel de los párpados, lagrimeo, inyección conjuntival, edema y erosiones punteadas epiteliales.

El CRISTALINO absorbe longitudes de onda UV entre los 295 y los 400nm por lo que la exposición crónica a esta radiación está asociada al envejecimiento del mismo y a la formación y desarrollo de cataratas.

En la RETINA se pueden producir lesiones agudas por radiaciones de origen térmico (infrarroja IR) y lesiones crónicas por radiaciones más energéticas como la ultravioleta UV y la luz azul (entre 400 y 500nm) cuyos fotones actúan como radicales libres generando deterioros fotoquímicos, daños en las células de la retina y degeneración macular.

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