Las temperaturas han experimentado un fuerte descenso en las últimas semanas, lo que nos avisa de que el invierno ya está aquí. Al igual que nos abrigamos con las prendas adecuadas y nos cuidamos para prevenir enfermedades como la gripe, debemos tener en cuenta ciertos hábitos para proteger también nuestra visión porque, lo creas o no, nuestros ojos también sufren con el frío.
A continuación, te contamos cómo puedes cuidar tu salud visual en esta época del año y disfrutes de todas las oportunidades que nos ofrece el invierno.
1.- Parpadea con frecuencia: Las bajas temperaturas trastornan la lubricación ocular y el contraste de estar en la calle a temperaturas muy bajas y entrar en espacios donde la calefacción es muy alta puede provocar que nuestros ojos se resequen. Por esta razón, si notas sequedad, los ópticos-optometristas recomendamos parpadear con más frecuencia para que nuestros ojos produzcan más lagrima natural y, de esta manera, mantenerlos hidratados.
2.- No dejes de utilizar gafas de sol, sobre todo si practicas deportes de nieve: existe la falsa creencia de que los rayos UV del sol en invierno no son tan dañinos, pero no es así. En esta época del año, la posición del sol es más baja y más cercana por lo que las radiaciones UV son igual de perjudiciales que en verano. Por esta razón, es recomendable el uso de gafas de sol homologadas si vas a salir a pasear, de compras o vas camino del trabajo, aunque esté algo nublado. Si realizas actividades en la montaña, su uso es casi obligatorio, ya que la radiación UV aumenta un 4% cada 300 metros de altitud. Si realizas deportes de nieve, su uso es imprescindible, ya que la nieve refleja y aumenta la radiación UV hasta un 80%.
3.- Si tienes sequedad ocular, controla el uso de lentes de contacto: Los ambientes secos y el frio hacen que tus ojos se resequen aún más si usas lentes de contacto y puedan llegar a molestarte. Nuestro consejo es que uses gotas humectantes o lágrimas artificiales y estudia la posibilidad de usar materiales de alta permeabilidad y baja deshidratación. Y si las molestias son muy elevadas reduce su usa y consúltalo a tu óptico-optometrista.
4.-En casa y en el trabajo, regula la temperatura e intenta utilizar humificadores: La calefacción alta y continua evapora la lágrima y produce el síndrome de ojo seco. Te recomendamos que regules una temperatura media y pongas un humidificador en los lugares en los que pasas más tiempo. Además es conveniente ventilar todas las habitaciones, al menos una vez al día, para renovar el aire.
5.- Acude al profesional de la visión: nuestra mejor recomendación es que si notas que algún síntoma persiste visites a tu óptico-optometrista y evites que puedan aparecer afecciones de mayor gravedad.