La terapia visual es una de las maneras más efectivas en la que el óptico-optometrista educa a la población para compensar o solucionar disfunciones de la visión binocular, como en los casos por insuficiencia en la convergencia.
Esta anomalía surge cuando los mecanismos encargados de mover los ojos de la persona no se encuentran coordinados adecuadamente, el paciente mantiene la visión binocular con fusión pero con un esfuerzo que produce sintomatología y dificulta la realización de tareas en las que se requiere una óptima visión cercana.
En edades primarias, esta disfunción hace que al desarrollar actividades relacionadas con la lectura, se produzca un sobreesfuerzo, provocando dolores de cabeza y visión borrosa que, a la larga, pueden derivar en falta de atención y fracaso escolar. Otros síntomas en actividades de cerca pueden ser:
- Posturas corporales anómalas.
- Girar la cabeza y/o cerrar un ojo o se lo tapa.
- Acusar diplopía o visión doble ocasionalmente.
Para que la convergencia entre los dos ojos sea la correcta, el óptico-optometrista recomienda un entrenamiento visual mediante sesiones de ejercicios especiales con el fin de dirigir el comportamiento de los músculos encargados del desplazamiento ocular hacia un patrón adecuado. Mediante la terapia visual se consigue normalizar la convergencia voluntaria de la persona y se mejora la habilidad y capacidad de estimular y relajar voluntariamente los músculos oculomotores en la convergencia y divergencia.
