La acomodación es la capacidad que poseen los seres humanos para enfocar a diferentes distancias objetos alejados y próximos con el fin de conseguir que la imagen se forme en la retina de una manera clara y nítida.
Durante el proceso de acomodación actúan diferentes mecanismos:
- Las pupilas se contraen y actúan como diafragmas, reduciendo las aberraciones.
- La profundidad de la cámara anterior disminuye por el centro y aumenta en la periferia.
- El cristalino sufre un aumento de la curvatura que afecta principalmente a la cara anterior, varía su índice de refracción y reduce su diámetro aumentando su potencia.
- El músculo ciliar se contrae y la zónula se relaja.
En pacientes no présbitas pueden darse disfunciones acomodativas que el óptico-optometrista se encarga de detectar y solucionar evitando o paliando los síntomas y problemas visuales asociados a estas alteraciones, que pueden aparecer por:
- Hipofunción de la acomodación: resultante de un rendimiento o respuesta del sistema de la acomodación inferior al requerido (insuficiencia de acomodación, fatiga acomodativa y parálisis de la acomodación).
- Hiperfunción de la acomodación: Condiciones en las que el problema visual es consecuencia de una respuesta excesiva del sistema acomodativo (exceso de acomodación y espasmo acomodativo).
- Inflexibilidad de la acomodación: Cuando la respuesta acomodativa es correcta pero existe una dificultad en hacer modificaciones rápidas de esta respuesta.